Google+ ENKMINOS ¡Entrégate a la Aventura!: Las artes, las ciencias y un monasterio.

Las artes, las ciencias y un monasterio.

Valencia es una ciudad, en la que su administración ha decidido  apostar por un modelo de desarrollo  turístico. Esto, claramente visible en su conjunto de museos, auditorios y una impresionante riviera acondicionada para el disfrute de los Valencianos y por supuesto, de los visitantes. Conocida como la ciudad de las artes y las ciencias, Valencia es más que eso. También ha sido sede de importantes eventos al poseer una infraestructura de primer nivel, como el circuito de Formula Uno, así como el de Mónaco, pasa por  en medio de la ciudad. Una ciudad de contrastes con playas, montañas y espacios naturales peculiares como la Albufera.

Desde el camping Coll Vert, tras haberme recuperado de mi extenuante travesía, decidí salir a conocer los alrededores. En concreto, El Saler, pequeño poblado adyacente al parque natural de la Albufera. Por cierto, este parque contiene un interesante ecosistema que vale la pena deternerse a ver, solo por curiosidad. 

Lo que mas me sorprendio del lugar, es que alrededor de esta laguna litoral, hay cientos de kilómetros aprovechados para el cultivo del arroz, pues sí, cultivan arroz. Descubrimiento que hice mientras comia una deliciosa paella Valenciana para llenar el tanque de gasolina.

El Saler, está conectado con la ciudad de Valencia con un transporte público, digamos regular, pero te lleva al centro y tiene como destino final las inmediaciones de Renfe, eso si, no traten de buscar la informacion de la linea ni los horarios; caso perdido. Una vez en el centro, recorde cual era mi misión, tenia que equiparme con algunas cosillas para la ruta, asi que como cosa rara mia, me pasé la tarde metido en el Decathlon, creo que tengo un ligero problema de adicción con esa tienda. 

Esta vez, no recorri turísticamente a Valencia, pues ya habia estado antes en la zona turística, en concreto en el Oceanographic, que vale la pena visitar si se tiene el tiempo y el dinero.También dar un paseo por la riviera del rio y disfrutar de las áreas verdes, mientras se contempla la increible arquitectura del museo de ciencias, es otra alternativa más economica.

Volviendo a la aventura,  después de una tarde en la ciudad,ya bien equipado empecé a preparar el trayaecto hacia lo que seria mi destino para pasar la próxima noche; El Monasterio del Santo Espiritu, en las cercanias de la población de Gilet.


                                  
                                      Valencia, la ciudad de las artes y las ciencias


Para llegar a mi próximo destino, era necesario primero atravesar toda Valencia. Por eso, el domingo por la mañana me parecieó el momento mas oportuno. La ciudad  era solo para los deportistas, bueno para quienes madrugan, porque hay dos clases, los buhos y las alondras, es decir, quienes salen a ejercitarse de noche y quienes lo hacen de madrugada.



                                     
                                         Adios Coll Vert, El Saler. Valencia

Atravesé  Valencia hasta  llegar a la sede de la Politécnica, en donde inmediatamente vi el comienzo de la Via Verde Xurra, que con sus 15km, me llevaria entre plantaciones diversas, hasta el poblado de Pujol. Esta via verde, es super facil, plana en su totalidad, y los domingos llena de vida: ciclistas, personas corriendo, caminando, patinando, etc. 

Ciertamente, las personas necesitan de este tipo de desarrollo de infraestructuras y acondicionamiento de áreas, que permita el contacto con la naturaleza, es lo adecuado para el bienestar humano. Estamos empeñados en atropellar a la naturaleza y mantenernos al margen de ella cada vez mas, pero lo cierto es que instintivamente buscamos en nuestros momentos de ocio, volver a ella, yo por mi parte, me entrego a ello, tanto fue asi que ni una foto tomé de la ruta.

En fin,  la Via Verde Xurra me llevó por varios pueblitos tradicionales de la provincia, con dos caracteristicas sobresalientes, la fuerte creencia cristiana y su pasión por las ferias taurinas, por cualquier pueblo que pasaba, siempre se veian amontonadas las defensas y jaulas que usan para estos eventos. Asi trascurrió mi camino sin mucha novedad pero placenteramente hasta que llegué a la poblacion de Gilet y a su Monasterio.



      
          Monasterio del Santo Espiritu, Gilet. Valencia.


Ese dia llegué temprano a mi destino, encontrándome con todo lo que solía ser los alrededores del monasterio, repletos de domingueros haciendo la barbacoa. Logro escurrirme entre ellos. Siempre hay curiosos que me preguntan mucho, no falta alguien queriendo saber de dónde venia. Después de todo no resultó ser tan malo como creia, pues los muchachos que me preguntaron, eran ciclistas y me dieron varios consejos de la Via Verde de Ojos Negros, no hay mal que por bien no venga.

Viendo aquel bullicio dominguero, decido poner mi tienda de campaña, en la zona estableciada para ello, a las dos de la tarde (2pm). Guindo mi hamaca, abro mi saco de dormir, todo estupendo, hasta que escucho unas motos acercarse a la zona. Resultaban ser dos guardias civiles forestales,que al percatarse de mi presencia tan acomodado alli a mitad de dia, me pidieron amablemente mi permiso de acampada, y pensé-" ostias!, que coñazooo, ya me van a venir a joder".

Tras una charla de 10 minutos sobre la legislacion de acampada de la Comunidad Valenciana, el guardia decide preguntarme mis planes, que al enterarse que me dirigia al Pirineo central Aragonés, se entusiasmó por haber vivido alli  su "adiccion al montañismo", como me dijo. Al final del cuento, el guardia terminó dándome consejos de la ruta y me recomendó que si tenia q acampar en medio del camino que lo hiciera bajo ciertas reglas, que eran obvias, como por ejemplo: no montar campamento a medio dia.


       
          Campamento en el Monasterio del Santo Espiritu.


Y asi casi termina la segunda etapa de este recorrido, con una noche que creia que pasaria íngrimo y solo, un poco asustado debo confesar, pero la cual pasó a ser una especie de "rave", porque unos adolecentes  decidieron subir a acampar a las tantas de la noche, y  se terminaron durmiendo a las cuatro de la madrugada. Sin embargo, no me quejo algo dormi y asi sali al dia siguiente, prófugo de la ley de acampada libre española hacia lo que seria el comienzo de la parte del recorrido mas increible hasta el momento, la Via Verde de Ojos Negros.